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El desierto de Marruecos a bordo de un Panda
Jesús María Lavin, compañero de Calidad, vivió numerosas experiencias con su Panda: tramos de arena, noches de campamento, viajes en barco para cambiar de país y, sobre todo, un gran ambiente con el resto de los participantes.
El Panda de Jesús María Lavin, colocado para el comienzo de la carrera en el circuito del Jarama.

Carlos Olagüe, junto al coche, en el circuito del Jarama.

El Panda 4x4 en uno de los tramos del desierto.

Dos participantes montando en camello durante un tiempo de descanso.

Detrás, el helicotero que sigue a los participantes durante toda la prueba.

El vehículo fue preparado a conciencia con el mejor equipamiento y tecnología posible.

El Panda atraviesa una gran variedad de terrenos a lo largo de los 3.100 km de recorrido.

Tras el esfuerzo de la carrera, Jesús María Lavin entrega material escolar a varios niños de la zona.

Lavin, junto a otros coches, antes de sellar un tramo.

El Panda 4x4, en uno de los tramos de desierto.

Lavin, durante el recorrido, junto a un nómada del desierto.

Los coches del Panda Raid, sellando su llegada tras uno de los tramos.

Los participantes, reunidos en torno a una hoguera en las haimas del campamento.

Balones para los niños, en el Panda de Jesús María Lavin.

Lavin, junto a su compañero Carlos Olagüe, al cruzar la línea de meta en Marrakech.

A la izquierda, una de las dos cámaras integradas en el coche, con las que Lavin emite en directo su recorrido. A la derecha, el muñeco Panda.

El Panda, en Tánger, antes de acceder al barco de vuelta a España.

Lavin, en el barco, de regreso a Algeciras.
