Puesta de largo del T-Cross

El T-Cross captó la curiosidad de más de 4.000 personas que asistieron a la presentación abierta al público el pasado 9 de marzo en Baluarte, para conocer de primera mano las posibilidades técnicas del nuevo modelo, explicadas por los propios trabajadores de nuestra fábrica.

Vista panorámica de la concurrida sala de exposiciones de Baluarte, el marco utilizado para la fiesta de bienvenida al T-Cross.

 El sábado 9 de marzo, Baluarte sirvió de escenario para celebrar la presentación en sociedad del modelo T-Cross, que recibió una calurosa bienvenida. Nada más y nada menos que 4.000 personas acudieron al evento que se prolongó desde las once de la mañana hasta las nueve y media de la noche. 

Más de 4.000 personas pudieron ver, tocar y sentarse en los siete Volkswagen T-Cross que había expuestos.

La exposición incluía un motor T-Cross que los visitantes podían poner en funcionamiento al pulsar un botón.

Sentarse en el T-Cross

En la planta baja de Baluarte se expusieron siete T-Cross y dos Polo, además de varias carrocerías, motores (uno de ellos podía ponerse en marcha pulsando un botón) e incluso una carrocería ‘arlequín’, pintada con varios de los colores disponibles para el modelo. La exposición contaba con el apoyo de paneles informativos, televisiones y explicaciones técnicas de la mano de voluntarios trabajadores de nuestra fábrica y aprendices de Volkswagen Academy.

 Denis Nagrineac (Montaje) con su novia, Alejandra Ardila.
 Martín Sarratea (Revisión Final).
 María del Mar Cabodevilla (Supermercado Motores) junto a su marido, Alfonso Funes.
 Joaquín Lacalle (Aprovisionamiento, Logística)  y Elba Martí con sus hijos.

Además, los trabajadores de la fábrica contaban de forma espontánea a sus familiares y amigos en qué consiste su trabajo diario. Los asistentes pudieron ver, tocar, sentarse en el interior del T-Cross y examinar de primera mano, en un recorrido por los 6 estands informativos, todos los aspectos innovadores del modelo: carrocería, pintura, motores, seguridad, asistentes a la conducción y conectividad.

 Norbey Celemín (Motores), con su mujer,  María de Miguel, y sus hijos Norbey y Carolina.

A la entrada de Baluarte, un ‘photocall’ daba la bienvenida al público: junto a una silueta del T-Cross a tamaño real y una foto enorme del SUV, parte de los asistentes se entretuvo tomando divertidas instantáneas para el recuerdo. Además, junto a la entrada había una mesa de bienvenida donde voluntarios de Volkswagen Navarra atendían cualquier duda y repartían a cada asistente un ticket válido para consumir gratis dos pinchos y dos bebidas en la primera planta.

J. García Papayo, jubilado pero con la misma ilusión

Julio García entró a trabajar en Authi con 19 años. Se siente feliz de haber trabajado hasta los 60 años en la fábrica, cuando se jubiló. Comenzó en Chapistería, aunque la mayor parte de su vida profesional la pasó en Montaje. “En Authi el ambiente era muy familiar. Cobrábamos el sueldo en metálico y quien nos pagaba la nómina no tenía que preguntarnos el nombre para entregarnos el sobre con el dinero. Éramos jóvenes con una gran ilusión. Tras la etapa SEAT, la llegada de Volkswagen fue una gran  motivación porque la marca nos daba prestigio y estabilidad. Mi último lanzamiento fue el A05. Como jubilado, vivo con mucha satisfacción la buenas noticias de la marca, como es la presentación del T-Cross. No sería capaz de conducir un coche que no fuera del Grupo. Un sentimiento que comparto con muchos otros compañeros jubilados como yo”.

Circuitos de bicis y ‘karts’, manualidades, pintaras y un simulador

Si la planta baja estaba fundamentalmente llamada a cubrir el lado técnico de la exposición, la primera planta se preparó para ofrecer la faceta más lúdica. En ella los más pequeños pudieron disfrutar de diversas actividades organizadas por el Parque Polo especialmente para ellos: un circuito para bicis y ‘karts,’ un taller de disfraces, pintacaras, un simulador y diversas manualidades. 

Cientos de niños y niñas, observados por las miradas atentas de sus padres y los monitores, circulaban y se detenían ante un semáforo en miniatura en el circuito de bicis y ‘karts’; descubrían la sensación de conducir un coche manejando el volante en el simulador; dibujaban, recortaban en las mesas de manualidades junto a las cuidadoras y se ponían en manos de las pintacaras. Esta zona infantil estaba muy próxima al punto de venta de pinchos y bebidas, por lo que los padres podían reponer fuerzas mientras seguían de cerca a sus hijos. 

Mario Martín-Arroyo (Motores) y su sobrino Alejandro, en el simulador.

Junto al simulador, Amaya Novoa (Procesos Pintura), que había venido acompañada de su marido, Miguel Erro (Programación y Control de Producción) y sus dos hijas, comentaban: “Puesto que un día tendrán que aprender a conducir, está muy bien que haya este tipo de actividades, mis hijas han disfrutado mucho. Para mí, con dos hijas pequeñas y ese maletero tan amplio para meter las compras, el T-Cross resulta una opción perfecta. Es muy versátil, un coche que se maneja y se aparca muy bien, espacioso… De hecho, hemos venido a verlo bien para comprarlo”. 

Miguel Erro (Programación y Control de Producción) y Amaya Novoa (Procesos Pintura) posan con sus dos hijas junto al simulador y tras pasar por las pintacaras: Leyre, de siete años, y Ainhoa, de tres.

Jorge Aguado (Técnico de Mediciones), apuntaba con su hija en brazos: “Esta zona infantil me parece una buena idea para animar las familias a venir aquí, los críos están muy entretenidos. Lo que más me gusta del T-Cross es su estética y lo alto que es”

Jorge Aguado (Técnico de Mediciones), con su hija pequeña en brazos, delante de la zona de manualidades.

Concurso de selfies

Los asistentes pudieron participar en un concurso de selfis, enviando las fotos que se tomaron en la zona de ‘photocall’, siendo válidas tanto las realizadas tras la silueta troquelada del T-Cross como las efectuadas ante el gran panel de la entrada. 

La ganadora del concurso, Ester San Martín (Montaje), recibió como premio una comida o cena para dos personas en el restaurante Europa. En la foto, Ester San Martín (Montaje), junto a su pareja, Nacho Rípodas, sus dos sobrinos, Marcos y Paula San Martín, y su madre, Mª Cristina Beasoain de Paulorena, al volante.

 

Haciendo equipo

La organización de este evento de bienvenida al nuevo T-Cross no hubiera sido posible sin la implicación de todos los talleres y áreas —Producción, Calidad, Seguridad, Área Técnica, Proyecto VW216 y Recursos Humanos—, junto a la entrega de los cerca de 60 voluntarios que estuvieron presentes en este evento, cuidando cada detalle para que todo funcionase a la perfección, ya fuera ofreciendo asesoramiento e información al público asistente, repartiendo tickets y globos o entreteniendo a los más pequeños. Gracias al esfuerzo de todo su personal y a la asistencia de los familiares y amigos, con los que Volkswagen Navarra se siente muy agradecida y arropada, la fábrica ha podido culminar con éxito esta presentación que tampoco quisieron perderse medios de comunicación como TVE, Navarra TV, ETB, Diario de Navarra o Diario de Noticias.

Más de 60 voluntarios de todas las áreas participaron en la organización del evento. En la foto, parte del equipo.

Alberto Revenga, Óscar Barandalla y Julián Valer, de Motores, se encargaron de hinchar cientos de globos.

El Parque Polo organizó las actividades de los más pequeños.