Kerstin Scholz

“Esta fábrica tiene una gran reputación, pero debemos seguir mejorando”

¿Cuáles son sus sensaciones tras sus primeras semanas en Volkswagen Navarra?
—He tenido una acogida muy buena. En todo momento me he sentido muy bien recibida por parte de toda la plantilla. Me ha parecido especialmente interesante el ‘Shopfloormanagement’, me gusta la manera en la que se tratan los temas y se buscan soluciones a las situaciones que van surgiendo en el área de Producción. He tenido una primera impresión de la fábrica y de los trabajadores realmente positiva. 

¿Ha podido confirmar la opinión que traía desde Alemania sobre Volkswagen Navarra?
—Volkswagen Navarra es una empresa consolidada, un empleador atractivo, que realiza un trabajo de alta calidad y que tiene una gran reputación en Wolfsburg (Alemania). Hablamos de una fábrica que constituye un referente en diversos aspectos. Por otro lado, es grato volver a trabajar tan cerca del producto. Después de varios años en funciones estratégicas, sienta bien volver a estar cerca de la cadena de aportación de valor. A fin de cuentas, nuestro Grupo vive de la fabricación de vehículos. ¡Y encima nuestro producto me gusta mucho! Mi primer Volkswagen fue un Polo, corría el año 2001. Era un Polo plateado con techo plegable. Aquí también llevo un Polo y estoy entusiasmada.  

D.N.I.

Nombre

Kerstin Scholz

Nacimiento

31.12.1970
en Bremen (Alemania).

Estado civil

Casada. Un hijo.

Puesto anterior

Directora del personal
indirecto de Wolfsburg (Alemania).

¿Qué retos aprecia en Volkswagen Navarra?
—Nos van a exigir mucho, debido a la competencia interna del Grupo y de la marca, para que nuestros indicadores principales mejoren. Como factor de costes, el absentismo tiene una gran importancia para la dirección del Grupo y de la marca. El año pasado para reducir el absentismo se elaboró aquí un plan con medidas muy bueno y desde entonces se trabaja de forma sistemática con él. En este tema hay muchos campos de actuación y nunca termina de acabar. Hablamos de la mejora continua de los puestos de trabajo, de mejoras en flexibilidad y prevención. Si alguien se encuentra enfermo o tiene limitaciones, cuenta mucho recibir un buen diagnóstico, una buena terapia y tener una rápida reincorporación. De vez en cuando simplemente requiere de ánimo y humanidad. ¡Al final lo esencial es la presencia de cada uno de los trabajadores! Por eso tenemos que ver cada caso individualmente y buscar apoyos y mejoras. Por eso, el absentismo también es un tema de la dirección de la empresa. Los trabajadores saben quiénes son los compañeros con problemas, pero normalmente también saben quiénes son los que se aprovechan del sistema. Y por favor, no me malinterpreten. El que tiene fiebre, se tiene que quedar en la cama, pero el que está sano le debe a Volkswagen y a sus propios compañeros su trabajo. Pese a todos los esfuerzos realizados, apenas vemos mejoras en el absentismo, y aún seguimos en penúltimo lugar dentro de la liga europea del Grupo, detrás de SEAT y muy lejos de Autoeuropa. ¡El tema del absentismo es el primero en mi agenda personal! 

¿Y cómo ve otros temas?
—La fábrica se encuentra en un momento excitante. Después del lanzamiento del nuevo Polo, ahora tenemos en puertas el lanzamiento del T-Cross. Por primera vez, fabricaremos aquí dos modelos. Por otro lado, la firma del nuevo convenio colectivo es un tema importante. Se trata del reconocimiento a todo el equipo de Volkswagen Navarra de un esfuerzo extraordinario. Pero también hemos de ser comedidos. Nuestro acuerdo tiene que ser un ofrecimiento para conseguir volúmenes cada vez más altos y nuevos posibles modelos. Por ello, tenemos que mantener el equilibrio y conseguir un acuerdo financiable. 

Además, con una media de edad de 47 años en el colectivo de mano de obra directa, nuestra fábrica necesita con urgencia un plan de rejuvenecimiento. Espero que a corto plazo hagamos avances. Por otro lado, desde la central nos llegan retos adicionales. Aumentan las premisas en los programas de costes y el nuevo rol de Producción, tal y como lo describe el Dr. Tostmann, exige de nosotros nuevos grandes retos. Nos pide ver de otra forma nuestros productos y pensar con más intensidad en volumen y rentabilidad. Tenemos que tener un rol más activo. Eso también quiere decir que no nos podemos esconder tras las decisiones de otros. 

Hasta ahora siempre ha trabajado en el área de Recursos Humanos. ¿Qué aspectos le resultan más atractivos de su día a día?
—Ya durante mi formación profesional me di cuenta de lo mucho que disfruto con el trabajo de Recursos Humanos. Mis estudios de Empresariales los encaminé en esa dirección con asignaturas adicionales como Derecho Laboral y Psicología. Es un campo de trabajo que tiene muchos aspectos diferentes. Al final, son los trabajadores los que representan el valor real de una empresa. ¡Sus competencias, su motivación y su esfuerzo son los que nos diferencian! Y hay que reconocer que sigue siendo una incógnita, muchas veces estudiada, cómo se puede llegar a motivar al ser humano. De momento, no me puedo imaginar nada más emocionante. Hoy en día todo avanza muy rápido. Por ejemplo, ahí tenemos la creciente importancia de la programación de software, que ha puesto en nuestro punto de mira nuevos métodos de trabajo, como ‘Scrum’ o ‘Design Thinking’, que están siendo analizados para ver de qué manera podemos utilizarlos en labores administrativas. De ahí siempre surgen caminos de desarrollo y conceptos de dirección completamente nuevos. También los jóvenes de hoy en día esperan de su empleador acciones diferentes a las de antes. Exigen mayor flexibilidad y libertad de actuación para sus propios proyectos. 

Trabaja por primera vez en España. ¿Qué diferencias culturales ha podido ver ya?
—Me encanta el trato abierto y cordial que se aprecia en España. Es una espontaneidad a la que no estoy acostumbrada. Los compañeros ya me han dicho que soy típicamente alemana, porque me gusta atacar los temas con un plan a seguir y con un manejo total de los contextos. Es verdad. Soy de fijarme en todas las circunstancias que rodean a un asunto, pero me inquieta no saber exactamente lo que va a traerme la semana en curso. Mis compañeros, en ese sentido, son más tranquilos y tienen un enorme talento para acertar a corto plazo. Creo que nos complementaremos muy bien.

Está estudiando español con intensidad. ¿Cómo va avanzando? 
—No había contado con que me enviaran a España. Sobre todo, porque no hablo español. Hablo inglés y francés. Por eso, ahora el reto de aprender un idioma desde cero es mayor. Pero también es un privilegio. Me gusta mucho y trato de avanzar con rapidez. ¡Me impresiona que tantos compañeros hablen alemán y además a un nivel muy alto! 

¿Algún mensaje especial para la plantilla de Volkswagen Navarra?
—Dos. El primero, que quiero animarles a todos a seguir trabajando con profesionalidad y entusiasmo, como vienen haciendo hasta el momento. Y el segundo, que mi puerta siempre está abierta. Creo firmemente en el trabajo en equipo, en una cultura de equipo fuerte que nos ayude a alcanzar los objetivos propuestos para los próximos años.