Protégete del sol también en invierno

El invierno es una época del año mucho más dañina para la piel que otros períodos como el verano, en el que, sin embargo, existe más concienciación sobre la necesidad de cuidados de la misma. 

Los dermatólogos advierten sobre las exposiciones solares en invierno: Durante el verano, la radiación ultravioleta B (UVB) es la principal responsable de las quemaduras solares y del cáncer de piel. Sin embargo, en el invierno, los UVB disminuyen en favor de los rayos ultravioleta A (UVA), causantes del envejecimiento de la piel. 

Los UVA suponen el 95% de las radiaciones que llegan a la tierra y conllevan un alto grado de penetración en la piel, por lo que, además de originar el fotoenvejecimiento, dañan el ADN celular y contribuyen al desarrollo del cáncer de piel. Por ello, se recomienda el uso de cremas con índices de protección elevado y la renovación de la aplicación cada dos horas si se está realizando alguna actividad al aire libre. 

Debemos incorporar en nuestros hábitos de salud estar adecuadamente protegidos tanto en invierno como en verano; es la regla de oro para mantener la piel en perfecto estado de salud. Además del fotoenvejecimiento, las quemaduras solares y el cáncer de piel, cada año, tres millones de personas tienen problemas de vista por las radiaciones, lo que demuestra la necesidad de incorporar medidas fotoprotectoras para los ojos.

Crema solar también en invierno. Afortunadamente, los españoles son cada vez más conscientes del mensaje que los dermatólogos se han esforzado en trasmitir: que la exposición sin protección al sol es peligrosa e incrementa considerablemente el riesgo de sufrir melanoma, uno de los tumores más agresivos si no se detecta a tiempo. Sin embargo, aunque la mayoría de los ciudadanos no acuden a la playa sin protección solar, este hábito no es seguido en invierno, una estación en la que el sol también puede provocar melanomas. 

Afortunadamente, los españoles son cada vez más conscientes del mensaje que los dermatólogos se han esforzado en trasmitir: que la exposición sin protección al sol es peligrosa e incrementa considerablemente el riesgo de sufrir melanoma, uno de los tumores más agresivos si no se detecta a tiempo. Sin embargo, aunque la mayoría de los ciudadanos no acuden a la playa sin protección solar, este hábito no es seguido en invierno, una estación en la que el sol también puede provocar melanomas. 

La Academia Española de Dermatología y Venereología advierte que es muy conveniente usar en invierno una crema hidratante con protección solar factor 15 o superior. De esta forma, hidratamos la piel y evitamos el fotoenvejecimiento. 

Además, existen ciertos deportes, que se practican especialmente en invierno, que incrementan el riesgo de sufrir quemaduras solares. Son los llamados deportes de altura: esquí, montañismo, etc. Las radiaciones ultravioletas solares, a más altura, dañan más nuestra piel, al disminuir el espesor del filtro que representa la atmósfera. Por ello, hay que extremar las precauciones en este sentido.

Recientemente se ha prohibido el uso del término ‘sun block’ en el etiquetado, ya que ninguna pantalla solar bloquea al 100% la radiación UV. El término ‘water proof’ se ha sustituido por el término ‘water resistant’. No se permite usar la expresión ‘all day protection’ (protección que dura todo el día), ya que la pantalla solar ha de reaplicarse varias veces lo largo del día para asegurar una correcta protección. Una pantalla solar etiquetada con el término ‘broad espectrum’ (de amplio espectro) significa que protege de los rayos UVB y de los UVA (no todas las pantallas solares protegen contra los rayos UVA, que son los que generan el mayor daño celular).

Servicio Médico de Volkswagen Navarra