Diogo Macedo

“La cantidad de casos de COVID en China es muy reducida”

En menos de un año, Diogo Macedo ha tenido que gestionar su adaptación a un nuevo entorno de trabajo y a las dificultades derivadas de la crisis del coronavirus, cuyo epicentro, Wuhan, se encuentra a menos de mil kilómetros de Foshan.

D.N.I

Fecha y lugar de nacimiento

14 de septiembre de 1972, en Lisboa (Portugal).

Tiempo en Volkswagen Navarra

Desde 2014. Antes en Volkswagen Autoeuropa, desde 1995.

Tiempo y puesto de trabajo en la fábrica de Foshan (China)

Desde mayo de 2019, como gerente de Calidad de Fabricación.

¿Cómo nace la posibilidad de trabajar en la fábrica de Foshan? 
La historia de esta aventura en China comenzó cuando Matthias Schalk, anterior director de Calidad de Volkswagen Navarra, me comentó a finales de 2018 la posibilidad de venir a trabajar a Foshan. El doble reto consistía en asumir la responsabilidad de la calidad de la fabricación y poder involucrarme en los nuevos proyectos MEB (del alemán Modulare E-Antriebs-Baukasten se refiere a la plataforma modular eléctrica), dentro de la ofensiva de coches eléctricos del Grupo Volkswagen. Me pareció una oportunidad muy importante y decisiva. Lo veo como un paso fundamental, no sólo en mi desarrollo personal, sino también para reunir experiencia y conocimientos de cara al futuro, para poder apoyar a la fábrica de Pamplona en su transformación al MEB, cuando sea necesario. Aunque, en el momento en que se dio la posibilidad de trasladarnos, mi mujer, Carolina, estaba embarazada. Pero, a pesar de la especial circunstancia, ella siempre me mostró todo su apoyo y decidió acompañarme en esta aventura con nuestro hijo recién nacido. Le agradezco infinito su apoyo incondicional.

¿Cuál es tu trabajo en Foshan? ¿Qué funciones desarrollas?
Comencé como gerente de Calidad de Fabricación de dos fábricas de coches y de una de componentes. En la actualidad soy el director de Calidad de las tres. En la fábrica 1 se producen actualmente tres modelos. Es la primera de las fábricas que se está adaptando a los cuatro primeros modelos MEB (eléctricos) planificados para Foshan. En la fábrica 2, más reciente, se producen tres modelos y un derivado eléctrico de uno de ellos (T-Roc, Audi Q2 convencional y eléctrico y el Golf 8). Actualmente estamos en periodo de introducción al mercado del Golf 8, que, desde el punto de vista tecnológico, es un coche bastante más complejo que su antecesor. Además, a la par, nos encontramos iniciando la producción (SOP) del ID4, un modelo que se presentó en China en el Salón de Guangzhou el pasado 21 de noviembre. Y tenemos otros dos coches de plataforma MEB en lanzamiento en la fábrica. Uno de ellos ya en la serie cero y el otro de una marca premium del grupo que iniciará en breve las VFF en chapistería.

Ambas fábricas de coches están construidas de forma simétrica con los estándares más modernos. En las dos se trabaja a ritmos de tiempo ciclo similares a los que tiene nuestra fábrica de Pamplona. En ambas se trabaja a 63 coches por hora de producción.

Por su parte, la fábrica de componentes (para baterías de los MEB) se comenzó a construir en abril de 2019 y ahora estamos iniciando la producción en serie. El mundo de Volkswagen Componentes es muy distinto al de los coches. Actualmente me veo obligado a dedicar un porcentaje muy elevado de mi tiempo a este proyecto. Todo es muy nuevo: el producto, los procesos, los proveedores, las tecnologías de fabricación, el control de calidad… Es una pieza de seguridad bastante crítica y sensible, que me ha brindado la oportunidad de aprender muchísimo sobre tecnologías relacionadas con el producto y sobre la fabricación de los conjuntos de baterías.

¿Qué aspectos o labores te gustan más de tu trabajo? 
Lo que más me gusta es ser parte de esta ‘revolución y renovación’ de Volkswagen con los proyectos MEB. Esta transición hacia la nueva era digital es todo un reto. Los procesos de lanzamiento son significativamente distintos a los que he vivido anteriormente en otros proyectos y fábricas. Poder ser parte de la introducción de la familia ID al mercado es algo muy interesante. Además, el hecho de hacer todo esto me está permitiendo adquirir herramientas con las que, en un futuro, podré contribuir en Pamplona, lo que para mí supone algo muy gratificante. Más adelante, espero volver a aportar para que Pamplona siga siendo ejemplar en sus lanzamientos, ejemplar en su disciplina, eficiencia y resultados. Por último, el hecho de poder trabajar con responsabilidad sobre los tres segmentos de Foshan, y estar involucrado en 4 proyectos nuevos y 2 facelift simultáneamente me ayuda a desarrollar capacidades de gestión. En general, la cantidad y variedad de retos con los que me enfrento a diario es tan variado ¡que no hay forma de aburrirse!

¿Qué cuestión te ha llamado más la atención de la fábrica de Foshan?
Es impresionante ver la dedicación y la motivación que tiene este colectivo de gente para hacer de China el país número 1 del mundo en el plazo más corto. Sienten mucho orgullo de formar parte de esta generación de transformación de China y se empeñan en conseguir los objetivos colectivos. Se vive mucho el nosotros en lugar del yo. Fuera del trabajo se siente un enorme orgullo nacional y un fuerte espíritu de iniciativa, negocio, dedicación y sacrificio.

¿Cuáles son las principales diferencias en la organización y la ejecución del trabajo entre China y Europa?
Hay una organización y comunicación muy correcta y respetuosa entre todos los intervinientes, y la jerarquía es altamente respetada. A veces, se me hace raro que no se cuestionen determinadas decisiones y procesos, o que las personas no hagan propuestas de forma abierta, pero con el tiempo se entiende que es parte de la cultura asiática. Por contactos que he tenido con algunos compañeros que han tenido relación con Corea o Japón, parece ser algo propio de aquí. Otra gran diferencia es que en FAW-VW hay alguna influencia indirecta gubernamental y del Partido a todos los niveles. Hay una interrelación e interdependencia organizativa que no es clara a primera vista. Hay que observar y analizar las razones de las decisiones y la forma en la que son tomadas para entender las interconexiones que existen entre los distintos participantes. Sólo así se puede avanzar y llevar temas adelante.

¿Conocen en Foshan el trabajo que se realiza en Volkswagen Navarra?
La verdad es que la conocen poco. Las fábricas chinas tienen como referencia a las fábricas alemanas. Principalmente, Wolfsburg, Ingolstadt y ahora, por los MEB, también Braunschweig y Zwickau. Sin embargo, con motivo del lanzamiento del T-Cross (que en FAW-VW se llama Tacqua) hubo algún intercambio. El director de Calidad chino de FAW-VW, el Sr. Yu Donghai, también nos visitó en Pamplona y trajo muy buenas impresiones de Volkswagen Navarra. Habló de lo productiva y eficiente que es la fábrica. Vino tan impresionado que dijo a mis compañeros que había que “aprender de España”.

¿Qué te parece el día a día de la ciudad?
Frenético. Hay demasiado de todo. Todo es gigante. Muchos coches, personas, edificios, restaurantes, centros comerciales… Poco cuidado medioambiental, con plástico por todas partes. Las personas apenas cocinan en casa y siempre están consumiendo comida rápida pedida por aplicaciones de dispositivos móviles. Por otro lado, no se usa dinero en metálico para nada. Todo se hace y se paga con Weechat. Es una especie de WhatsApp chino, pero bastante más completo y avanzado. Las proporciones y dimensiones de aceras, edificios y avenidas en las nuevas zonas construidas son como en Estados Unidos, gigantes. El tráfico es imposible. La forma y el estilo de conducción de aquí es todo un reto. Vivimos a 50 kilómetros de distancia de la fábrica y por las mañanas se tarda una hora en llegar a la fábrica y, en una tarde normal, se tarda hora y media para el mismo trayecto (si llueve se tarda fácil entre 2 y 3 horas). Por último, una cosa absolutamente sorprendente es que, aunque hay masas de gente, coches y scooters eléctricas, apenas hay ruido. Es todo bastante silencioso.

¿Cómo ha sido la adaptación a la cultura y a las costumbres chinas?
No puedo decir que haya sido difícil. La verdad es que esta ya es mi cuarta estancia internacional, así que ya sabes qué tipo de proceso tienes por delante.

¿Y los días festivos? ¿Has podido conocer la zona?
La verdad es que poco o nada… Durante los fines de semana hay que recuperarse del trote de la semana. Lo único que hemos visitado hasta el momento es Hong-Kong. Antes del periodo del Año Nuevo chino de 2020, habíamos planificado pasear por Guangzhou para ver la ciudad y conocerla un poco, pero justo entonces empezó la pandemia por el coronavirus y tuvimos que estar encerrados en casa. Y aunque las medidas ahora no son tan restrictivas, se sigue sin poder ir a Hong-Kong o a Macau, y cualquier viaje a zonas fuera de la provincia en la que te encuentres no son recomendadas por parte de la empresa (sea a título profesional o viaje de carácter personal).

¿Cómo ha afectado la crisis del coronavirus a la fábrica de Foshan?
En cuanto a la gestión y situación laboral dentro de la fábrica, en el segundo y tercer trimestre, la mayoría de las reuniones se hacían por Skype. Cuando no era posible por motivos de necesidad, se realizaban las reuniones de pie, en espacios abiertos o en salas de reuniones, dejando siempre una silla vacía entre cada persona e intentando mantener una distancia mínima entre nosotros. Sin embargo, dado el nivel de control ejercido por las autoridades nacionales, de provincia y locales, la cantidad de casos en China es tan reducida que se ha vuelto a una normalidad en estos aspectos (se sigue usando mascarillas siempre en el ambiente laboral). También hay que mencionar que siguen existiendo medidas de control de temperatura corporal en la entrada de la fábrica y del autobús, así como distanciamiento en las cantinas.

Fuera de la fábrica, se hace vida normal, pero se sigue exigiendo y controlando el uso de mascarillas en espacios cerrados. Dentro de la fábrica, el uso las mascarillas siguen siendo parte de las medidas de prevención diarias.

En lo que respecta al plan de producción, se retrasó el inicio de la producción tras el nuevo Año Nuevo Chino (febrero). Hasta mitad de año tuvimos problemas de suministro de piezas porque algunos proveedores locales de primera línea o sub-proveedores están localizados en Wuhan. En el tercer trimestre volvimos a una normalidad operacional. Ahora el fantasma de la situación del COVID en Europa también nos está generando algunos problemas relacionados con el suministro de componentes y subcomponentes para la producción de coches. Pero, en resumen, la previsión es cumplir con el plan de producción y lograr todos los objetivos que fueron definidos como metas al inicio de año.

¿Cómo está siendo el día a día en la ciudad? ¿Existe mucha preocupación?
Aquí, en China, las autoridades siguen tomando medidas muy exigentes para evitar y controlar una posible segunda ola. Todas las personas que quieran entrar al país deben tener una carta de invitación de los gobiernos provinciales. La entrada de acompañantes (familiares incluidos) no está permitida. Los residentes poseedores de visado con carácter de residente, al salir de China, tienen que volver a someterse al proceso de solicitud de visado y además deben cumplir cuarentena de dos semanas al entrar de nuevo en el país.

Desde aquí, observamos con mucha preocupación la situación en Europa y en especial en España. Hay que mantener una actitud positiva y entender que saldremos de esta. ¡Mucho ánimo a todos! Esto pasará. Hay que tener cabeza, resiliencia y actitud positiva. Es duro, va a tardar, pero pasará. Es especialmente importante que cada uno de nosotros ponga de su parte para que se pueda dar la vuelta a la situación.

Ciudad de Foshan

Fundación

1950.

Provincia

Guangdong.

Población

7,26 millones de habitantes.

Altitud

15 m.

Superficie

3.813 kilómetros cuadrados.