Carlos Jiménez
“El manejo de la lengua y de la cultura facilitan mucho la adaptación al nuevo lugar”

Junto a su mujer Connie Brouard, ambos trabajadores de Volkswagen Navarra han vivido una satisfactoria estancia de dos años en Wolsfburg durante la que han tenido a Aurora, su primera hija

Connie y Carlos de turismo en Berlín.

Carlos Jiménez y Connie Brouard acaban de volver a Pamplona después de dos años de estancia en Wolfsburg trabajando en la fábrica central del Grupo. Una etapa en Alemania en la que han sorteado la adaptación al nuevo medio con las dificultades añadidas por la pandemia. Pero la suma de las experiencias vividas les ha dejado un balance muy positivo. Lo más: el nacimiento de su primera hija, Aurora, de 9 meses de edad.

Carlos Jiménez
Fecha y lugar de nacimiento:

14 de septiembre de 1983, en Mönchengladbach (Alemania).

Tiempo en Volkswagen Navarra:

Desde septiembre de 2008.

Tiempo y puesto de trabajo en la fábrica de Wolfsburg (Alemania):

Desde enero de 2020 hasta diciembre de 2021 como responsable de Lanzamiento octava generación Golf y Golf Variant.

Connie Brouard
Fecha y lugar de nacimiento:

24 de septiembre de 1983, en Buenos Aires (Argentina).

Tiempo en Volkswagen Navarra:

Desde octubre de 2014. Desde 2007 en Volkswagen Argentina.

Tiempo y puesto de trabajo en la fábrica de Wolfsburg (Alemania):

Desde enero de 2020 hasta marzo de 2021 como planificadora logística.

Carlos y Connie son dos personas con una trayectoria vital y profesional bastante coincidente: nacieron el mismo año y en el mismo mes, ninguno es natural de la capital navarra, ambos trabajan en nuestra fábrica y en los dos casos han desarrollado sus carreras profesionales en el Grupo.

¿Cómo os plantearon la posibilidad de ir a Wolfsburg hace dos años? ¿Dijisteis enseguida que sí?

Carlos Jiménez (CJ): Fue a mediados de 2019. Desde la central me plantearon la posibilidad de ser responsable del lanzamiento de la octava generación del Golf y Golf Variant, dos iconos para la marca Volkswagen. Valoramos la propuesta con mi jefatura de Pamplona y en casa y, sin dudarlo mucho, decidimos embarcarnos en esta aventura.

Connie Brouard (CB). Lo hablamos y era un desafío tanto personal como profesional para ambos. Así que armamos las maletas y pusimos rumbo a Wolfsburg. Tuve la suerte de que, desde Alemania, pude seguir manteniendo mi trabajo en Volkswagen Navarra. Ahora que volvemos a Pamplona, después de Navidad me incorporaré a mi puesto en la fábrica.

En la ciudad bávara de Würzburg.

¿Os resultó muy complicado el traslado a Alemania?

CJ. Una vez tomada la decisión todo fue muy rápido y me incorporé en noviembre a la fábrica de Wolfsburg. Connie llegó a la vuelta de Navidad. Cuando estás implicado en el lanzamiento de un nuevo modelo de coche, lo normal es estar en el proyecto desde una fase muy inicial. Pero no fue mi caso. Cuando yo me incorporé ya habían pasado cuatro meses desde el SOP (Start of Production) o inicio de la producción. Cuando el proceso ya estaba empezado. Tuve la suerte de que partía con un conocimiento total de la lengua porque soy nacido en Alemania, donde estuve viviendo hasta los 24 años. En un caso así el manejo de la lengua y de la cultura te facilitan mucho la adaptación al cambio. Por eso no me costó adecuarme a la forma de trabajar de los alemanes, ni a su carácter. Su forma de trabajo es muy pautada y racional.

CB. En general, siempre me he adaptado fácilmente a los cambios. Aunque esta vez tenía un desafío muy grande por delante, que era el desconocimiento del idioma. Fui a Wolfsburg sabiendo muy poco alemán. Es cierto que este aspecto inicialmente fue un poco duro. Para mí era muy difícil hacer cualquier gestión en el día a día, cualquier sencillo trámite. Pero enseguida empecé con clases particulares de alemán y ahora lo entiendo bastante bien. Aunque es verdad que el desconocimiento de la lengua supone una gran barrera, al final siempre me he encontrado con personas muy amables que me ayudaron en el proceso de aprendizaje del idioma en el día a día.

¿Cómo fue vuestra acogida en Wolfsburg?

CJ. Lo bueno es que al llegar a Alemania enseguida encontramos una casa donde vivir y, a los dos o tres meses empezó todo el tema de la pandemia. Por ese lado tuvimos suerte de haber podido terminar todas las gestiones de nuestra nueva residencia en Wolfsburg. En ese sentido fue fácil porque además es una ciudad pequeñita, que realmente surgió en torno a la fábrica de Volkswagen.

CB. A la ciudad nos hemos adaptado muy bien. Vivimos en un pueblo muy próximo. La llegada a Alemania estuvo bien porque al poco tiempo también vinieron a trabajar a Wolfsburg varios amigos. Esta circunstancia fue muy bonita. Además, hemos hecho muy buenos amigos alemanes.

De noche, Connie y Carlos con la bebé en Wolfsburg, con la fábrica de fondo.

Por otro lado, las condiciones que os han tocado vivir por la pandemia, no han sido las mejores para una estancia de dos años en el extranjero.

CJ. Lo cierto es que en ningún momento tuve que dejar de ir a la fábrica. Aunque hubo dos meses en los que se paró totalmente la producción, los preparativos del lanzamiento no se detuvieron. Después, tuvimos que organizar la vuelta de los empleados tras ese paro de dos meses. Respecto a la vida social y al ocio, debido a la pandemia, se nos ha quedado bastante corta la parte de conocer diferentes zonas de Alemania que queríamos haber visitado.

CB. Es cierto que en Alemania no hemos vivido un confinamiento como el de España. Se podía salir a la calle con ciertas medidas. Por ese lado nos hemos encontrado bien, pero a la vez hemos estado muy preocupados por las familias y los amigos que estaban en España y Argentina. En lo laboral, he estado en la Central bajo el paraguas de Planificación Logística de Pamplona.Con la pandemia me tuve que quedar teletrabajando en casa y perdí el día a día de la oficina alemana.

¿Cuáles han sido vuestras ocupaciones profesionales en la Central? ¿Han sido muy distintas a las que ejercíais en Pamplona?

CJ. Llegaba de ser el responsable de producción de cota 0m en el Taller de Pintura de Pamplona. Nunca había vivido todo el proceso de un lanzamiento. Solo la parte que implicaba a Pintura, cuando fue el lanzamiento del T-Cross y del Polo en Volkswagen Navarra. Pero nunca como responsable del proceso global para encauzar un nuevo producto, con los nuevos procesos que requiere en los distintos talleres de producción. A ello se le sumaba la exigencia de cumplir la curva de lanzamiento y los objetivos de calidad y costes. Hacíamos un seguimiento detallado de las preseries en los talleres y evaluábamos las distintas problemáticas que surgían. Mi función era coordinar y conseguir que entre todos se encontrase la mejor solución. Estas han sido mis ocupaciones profesionales en Wolfsburg, con la satisfacción de haber conseguido entre todos que los dos modelos se hayan introducido con éxito en el mercado.

¿Qué os ha parecido la central, el ambiente, la forma de trabajo?

CJ. Siempre he tratado de adaptarme al modo de hacer de los alemanes, a su forma de trabajar. Trabajan de un modo muy planificado, más pautado, aunque a veces no tienen la espontaneidad que, ante decisiones más urgentes, tenemos en Pamplona. En general, si eres una persona planificada, es fácil trabajar con ellos. ¡Lo más gratificante de estas experiencias es que aprendemos unos de los otros!

Carlos con el nuevo Golf Variant R.

¿Cómo ha sido vuestro día a día en Wolfsburg con la pandemia de por medio?

CJ. Wolfsburg es una ciudad muy tranquila que gira alrededor de Volkswagen. Es muy bonita la Autostadt, pero no es una ciudad que transmita historia o cultura alemana, porque es bastante nueva. Pero sí, hemos podido aprovechar a hacer algún viaje por el centro norte de Alemania, a Berlín y a Hamburgo. Aunque nos hemos quedado con ganas de visitar otros lugares en la zona donde yo nací y viví, cerca de Düsseldorf​, en el oeste de Alemania.

¿Volvéis a Pamplona con ganas?

CB. Después de sumar vivencias y llenar la mochila de recuerdos, vuelvo contenta a Pamplona, que la siento como mi casa.

CJ. Desde el principio, el plan era estar dos años ya que vine a cumplir con el proyecto de los lanzamientos que ya hemos incorporado al mercado. Ahora tengo ganas e ilusión de empezar una nueva etapa en Pamplona.

¿Qué habéis echado de menos en estos dos años de residencia en Wolsfburg?

CB. En Alemania echaba de menos la espontaneidad a la hora de quedar con amigos o familia. En general, los alemanes tienen una forma de ser más planificadora y organizar una quedada de un día para otro es casi misión imposible.

La pareja con la peque en la mochila durante una visita a Berlín.

CJ. Lo que más he añorado ha sido a la familia y a los amigos de España. Con la pandemia los hemos sentido más lejos de lo que realmente están. También he echado de menos la comida y el clima. Porque, aunque en Pamplona no hace precisamente muy buen tiempo, sí ves el sol. En Wolfsburg no lo ves, es una sensación gris casi permanente. De hecho, en invierno oscurece para las 15:30.

Y ahora que volvéis a Pamplona, ¿echaréis de menos algo de Alemania?

CJ. Obviamente que se echan cosas de menos: el orden y la planificación del día a día tienen su lado positivo. Además, la famosa Currywurst (tipo de salchicha alemana) que, en este caso, hacen en la propia carnicería de Volkswagen.

¿Os parece recomendable la experiencia que habéis vivido en Wolfsburg?

CJ.  Ha sido una muy buena experiencia a nivel profesional y personal. Al margen de haber vivido 24 años en Alemania, había estado tres en Argentina. Y esta estancia de dos años ha sido una nueva experiencia. Son vivencias que te hacen salir de tu zona de confort, te impulsan a evolucionar, a aprender y valorar las cosas.

CB. En el plano profesional, ha sido muy positivo conocer cómo se trabaja en la Central y la red de contactos que estableces. En lo personal, ha supuesto el enriquecimiento al conocer una nueva cultura.

Wolfsburg
Ciudad de Wolfsburg:

situada al norte de Alemania, a orillas del río Aller.

Fundación año:

1938.

Provincia:

estado federal de Baja Sajonia.

Población:

124.045 habitantes.

Altitud:

63 m sobre el nivel del mar.

Superficie:

204,02 km².

Fábrica de Wolfsburg
Volkswagen en Wolfsburg:

Fábrica de producción automóviles.

Construcción, año:

1938.

Dimensiones:

6 millones de m2.

Empleados:

60.500.

Vehículos que fabrica:

Golf, Golf Variant, Tiguan, Touran, SEAT Tarraco.

Producción anual:

Producción media anual de más de 700.000 vehículos.