Menos sal es más salud
Un gesto tan simple como añadir sal a los platos de manera desmedida o abusar de alimentos procesados puede tener graves consecuencias para la salud, y reducir su consumo, grandes beneficios.
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Los expertos aconsejan moderar el consumo de sal desde la infancia.
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El exceso de sal continuado en la dieta pasa factura y muy cara. La relación entre el consumo excesivo de sal y el aumento del riesgo de sufrir hipertensión arterial está más que demostrado por estudios científicos y ensayos clínicos. Los datos no dejan lugar a dudas: en España mueren más de 65.000 personas al año por enfermedad coronaria y por ictus cerebrales. Otras muchas no mueren, pero sufren secuelas gravísimas de por vida. El 45% de los infartos de miocardio y el 50% de los ictus cerebrales se deben a la hipertensión arterial. La principal causa de hipertensión arterial es el consumo excesivo de sal.
A partir de los 40 años, los infartos y los ictus suponen más del 10% de las muertes en España. A partir de los 70 años, más del 17%.
45%El 45% de los infartos de miocardio y el 50% de los ictus cerebrales se deben a la hipertensión arterial, cuya principal causa es el consumo excesivo de sal.
La reducción de la ingesta de sal a la mitad podría evitar miles de muertes cada año. No va a ser fácil, ya que uno de cada tres españoles padece hipertensión arterial, proporción que aumenta a 2 de cada 3 en los mayores de 65 años.
Consumo de sal en España
Según un estudio realizado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y la Universidad Complutense de Madrid, el consumo medio de sal en España se sitúa alrededor de 10 gramos por persona al día, casi el doble de la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud, y se calcula que más del 80% de la población consume más sal de la recomendada.
Del total de sal que ingerimos con los alimentos, sólo el 20% procede del salero de hogares y locales de hostelería, el 72% se encuentra en los alimentos procesados: embutidos, pan y panes especiales, quesos, sopas, latas de conserva, platos preparados, patés. Es la ‘sal oculta’, que recibe ese nombre, porque el consumidor no es consciente de la cantidad de condimento que supone la ingesta de esos productos.
5 grLa Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo máximo de 5 gr de sal al día para adultos. En España, el consumo medio se sitúa alrededor de los 10 gr.
Los expertos aconsejan moderar el consumo y educar al paladar desde la infancia para evitar futuros problemas de hipertensión o corazón.
La reducción del consumo de sal es una de las formas más sencillas y eficaces de reducir la prevalencia actual de las enfermedades cardiovasculares y, por esta razón, se ha convertido en una prioridad para la salud. Así, en países como en el Reino Unido se ha estimado que una reducción del consumo de sal en la población de 3 gramos al día conduciría a una reducción de la presión arterial suficiente para evitar unas 11.000 muertes producidas por isquemia cerebral y 7.700 muertes por infartos.
Reducir el consumo de salLimita el consumo de productos salados como las patatas fritas, sopas de sobre, aceitunas, pepinillos o salsa de tomate.
Evita usar condimentos que contengan sal, sustituyéndolos por hierbas aromáticas, especias como la pimienta, jugo de limón, ajo fresco o polvo de ajo o de cebolla.
Prepara las comidas con menos sal de la recomendada en la receta o cocinarla sin sal y deja que cada comensal la agregue a su gusto.
Recurre a una sal rica en potasio en lugar de la sal común.
Lee bien las etiquetas para comprobar la cantidad de sodio que contienen los alimentos, especialmente cuando se trata de comida enlatada o precocinada. En las etiquetas, la sal suele venir expresada en gramos (g) o en ‘gramos de sodio’; en este caso, para hallar el contenido en sal hay que multiplicar los gramos de sodio por 2,5.
Elimina el líquido de los vegetales enlatados y enjuágalos con agua.
No abuses de carnes saladas o ahumadas como la panceta, el jamón, los embutidos y el tocino.
En los restaurantes puedes pedir que la comida sea preparada con poca sal. No abuses de platos precocinados.