Protege tus ojos del sol

Cuando tratamos los efectos negativos del sol en nuestra salud, lo primero que se nos pasa por la cabeza es nuestra piel. Sin embargo, debemos tener en cuenta que nuestros ojos también pueden sufrir las consecuencias de una exposición excesiva a los rayos del astro rey.

Con el objetivo de valorar el grado de concienciación que tenemos ante esta situación, existe el estudio sobre la salud visual de los europeos. Y los resultados son muy clarificadores: 7 de cada 10 europeos menciona el cáncer como el principal riesgo de una sobreexposición a los rayos del sol, pero sólo 1 de cada 10 es consciente de su impacto nocivo en los ojos. En el caso de los españoles, un 87% de la población no es consciente de que una sobreexposición a la radiación del sol puede provocar daños en la vista o, incluso, llegar a causar enfermedades oculares como cataratas, conjuntivitis o glaucomas, entre otras.

Por otro lado, un 18% de los encuestados españoles confiesa no tomar ningún tipo de medida para proteger sus ojos de la radiación ultravioleta. Datos que sorprenden si se tiene en cuenta que los españoles somos los europeos que más horas pasamos en espacios exteriores, sólo por detrás de los portugueses.

Condiciones de las gafas de sol

El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas (CNOO) advierte de que el 30% de las gafas de sol se adquiere en el top manta y en mercadillos, canales que no cuentan con ningún tipo de regulación sanitaria, por lo que el uso de estas unidades, que proliferan especialmente en los meses de primavera y verano, podría aumentar los daños que la radiación ultravioleta provoca en las distintas estructuras oculares.

Las gafas de sol, convertidas en complemento de moda, son valoradas por los consumidores sobre todo por su estética y su precio, obviando la calidad y las características de las lentes. Con esto, en ocasiones, olvidamos proteger la visión de los más pequeños, sin tener en cuenta que, a edades tempranas, las lesiones por la inadecuada exposición al sol pueden ser mucho mayores.

“Las gafas de sol son, para todas las personas y especialmente para aquellas que trabajan al aire libre, un elemento imprescindible para proteger los ojos de la aparición de problemas en córnea, cristalino (cataratas) y retina, provocados por la radiación ultravioleta, y de la formación de pterigium, una enfermedad de la conjuntiva y la córnea frecuente cuando hay exceso de luz y de aire”, explica el decano del CNOO, Juan Carlos Martínez Moral, que añade que la seguridad frente a la radiación es necesaria para todas las edades y sobre todo para las personas más sensibles, como los niños y las personas mayores.

¿Cuándo es más peligrosa la radiación solar? ¿Cómo deben ser mis gafas?

No debemos olvidar que durante los meses de verano el nivel de la radiación ultravioleta es hasta tres veces superior al existente en invierno, especialmente en la franja de 12:00 a 16:00 horas. La intensidad de la radiación UVA aumenta con la altitud y con el cielo despejado, aunque es importante saber que más del 90% de los rayos UVA pueden atravesar las nubes. Además, no conviene olvidar que la reflexión es mayor en el agua.

«Las gafas tienen que llevar la marca CE como estándar de calidad, así como especificar el número de categoría del filtro o factor de absorción. Y las lentes han de tener también filtro para las radiaciones UVA», explica Martínez Moral.

Igualmente, el decano del CNOO señala que las lentes de color muy oscuro permiten el paso de la radiación solar si no cumplen los certificados de calidad. En cuanto a las monturas, los expertos recomiendan las que cubren los laterales de los ojos, para evitar que entre la radiación solar, así como las que protegen adecuadamente los párpados, por lo que se han de evitar las gafas de sol que sean demasiado pequeñas.

Adquirir las gafas de sol en una óptica es ya una garantía. En cualquier caso, debemos comprobar cuánta radiación bloquean (cuanta más, mejor). Para una buena protección, deberían bloquear entre el 99% y el 100% de los rayos UVA y UVB. Como el 50% de los rayos penetran por la parte superior de las gafas, conviene llevar gorros con visera o sombreros con ala.

¿Y es importante el color de los cristales? En cualquier caso, lo que realmente importa es que las gafas sean polarizadas. El color no influye en el bloqueo de los rayos UV. De hecho, existen gafas sin color capaces de bloquear todos los rayos. La idea de colorear las lentes deriva de que las pupilas se constriñen con la luz del sol y producen una sensación desagradable que nos hace entrecerrar los ojos. Los músculos que rodean los ojos se resienten y aparecen las molestias, entre ellas el dolor de cabeza. Los cristales oscuros evitan ese esfuerzo. Lo malo es que, a la vez, plantean un problema, ya que al mantener las pupilas abiertas la cantidad de rayos UV que penetra en los ojos aumenta.

¡Ten en cuenta estas recomendaciones y protege tus ojos del sol!

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