La magia del deporte rey
Javier Garcés, mando de Producción, ha jugado al fútbol toda su vida. Este año, tras 35 años en el Trofeo Boscos, ha colgado las botas.
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Agachado, tercero por la izquierda, Javier Garcés, junto a sus compañeros en el equipo Aldapa.
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D.N.I.Nombre y apellido
Javier Garcés
Fecha y lugar de nacimiento9 de septiembre de 1965. Pamplona.
Año de ingreso en la empresa1986
Puesto y taller en Volkswagen NavarraMando de Producción. Taller de Chapistería.
Lejos del fanatismo que encierra la mítica frase del antiguo entrenador del Liverpool Bill Shankly (“Algunos creen que el fútbol es solo una cuestión de vida o muerte, pero es algo mucho más importante que eso”), nuestro compañero Javier Garcés, mando de Producción, ha disfrutado toda su vida del fútbol con deportividad, haciendo numerosas amistades y exprimiendo al máximo los beneficios de la actividad deportiva.
“He jugado al fútbol toda la vida, desde que era un niño, y ya federado desde los 8 o los 9 años. En total, he jugado al fútbol unos 45 años”, explica Javier Garcés, que recuerda bien sus primeras patadas a un balón y su etapa en uno de los clubes deportivos con más solera de la capital navarra, Oberena. “Empecé a jugar en Oberena con 14 años, con muchísima ilusión, y allí estuve hasta los 19 años, en una época que recuerdo con mucho cariño”.
Tras su paso por el conjunto manguiverde, Garcés ha dibujado una de las carreras más duraderas en la historia del Trofeo Boscos, donde ha jugado un total de 35 años: 15 en Pastelería Merche, 15 en Aldapa y 5 en Abejeras. “He jugado hasta el pasado mes de mayo, cuando ya me tuve que retirar por algunos problemas en la cadera. Solíamos jugar todos los domingos y había un gran ambiente, un ambiente de fútbol y compañerismo”.
Además, durante todos estos años, Garcés también ha sido un habitual de los torneos de fútbol de 24 y 48 horas, en los que la resistencia cobra una especial relevancia. “Jugaba con la cuadrilla de amigos y eran muy buenas experiencias. La verdad es que el fútbol, como los otros deportes, engancha, y cuando tienes una afición fuerte te gusta dedicarle tiempo”.
Amistades y buenas relaciones
Además de la propia actividad física, Garcés destaca, entre los aspectos positivos de su paso por el fútbol, “las amistades que se hacen, que todo el mundo te conoce en Pamplona y que se crean muy buenas relaciones en torno al deporte”.
Pero el fútbol no sólo le ha permitido a Javier Garcés realizar deporte y conocer gente. “También me tocó dirigir. Estuve un par de temporadas entrenando a chavales de categoría cadete, pero al final, por falta de tiempo, tuve que dejarlo. Tengo dos hijas que jugaban a baloncesto y había que llevarlas a los entrenamientos y a los partidos”.
Ahora, alejado de los terrenos de juego y con las botas de fútbol guardadas, Javier Garcés practica otros deportes como el pádel y mantiene su relación con el fútbol desde el otro lado de la barrera, viendo partidos. Sobre todo, de su equipo, Osasuna. “Veo muchos partidos de fútbol y sigo mucho a Osasuna, que esta temporada nos ha dado un montón de alegrías. Ojalá que la próxima temporada pueda hacer un buen papel en Primera División”, concluye.