Del tenis al pádel sin olvidar el trinquete

Recién estrenada su etapa escolar, Ana ya daba sus primeros golpes en las pistas de tenis y con sólo 10 años ya participaba con éxito en los campeonatos preparados para las raquetas más destacadas, tanto a nivel autonómico como nacional. “Siempre me ha gustado mucho el tenis, tanto entrenar como competir. De hecho, durante unos años, entre los 12 y los 18, el tenis llegó a ser incluso más que una diversión o un entretenimiento. Llegó a ser una parte muy importante de mi día a día”, expresa Ana Sánchez.

De aquella época Ana guarda muy buenos recuerdos: “Tuve la oportunidad de aprender a jugar a un deporte precioso, de forjar muchas amistades, de conocer gente y de visitar varias ciudades a través de campeonatos nacionales, como Tarragona, Málaga o Palma de Mallorca. Recuerdo, incluso, un torneo en el que pude jugar contra Magüi Serna, que posteriormente fue tenista profesional y llegó a entrar en el Top 20 mundial”.

Aquella dedicación al tenis constituye, en palabras de Ana Sánchez, una de las principales razones que explican su actual afición al pádel. “Comencé a jugar con unos 25 o 26 años, después de terminar los estudios de Económicas y ADE y tras una etapa en la que también había podido disfrutar del tenis como entrenadora. Me pasé a la pista de pádel con una compañera que se llama Beatriz Ron, y enseguida me pareció un deporte con muchos atractivos, es rápido, divertido y muy dinámico”.

En este sentido, Sánchez no duda a la hora de aconsejar su práctica al resto de compañeros de la fábrica y desgranar sus puntos fuertes: “El pádel es fácil de jugar, no requiere una preparación física extraordinaria, es entretenido, te permite comentar los tantos de manera cercana mientras juegas y te ofrece la posibilidad de participar en torneos y conocer gente. Es un deporte totalmente recomendable, sobre todo para personas que no tienen cogido el hábito de hacer deporte y están buscando una actividad entretenida y que no sea excesivamente complicada”.

Un equipo, un título y una disciplina de la tierra

Actualmente, y tras participar en numerosos campeonatos de pádel, Sánchez forma parte del equipo de pádel del Club de Tenis. “Jugar como conjunto y competir en equipo es muy bonito. Somos 17 jugadoras y el equipo es una piña. Hay un ambiente buenísimo entre todas las compañeras, tanto entre las más jóvenes como entre las que tienen más edad”, expone Sánchez, que confiesa que, pese a tener una jornada llena de obligaciones y tres hijas pequeñas, lleva bien el esfuerzo de entrenar entre semana y competir los fines de semana.

Además, 2020 comenzó con una gran noticia para su equipo. Después de siete años sin conseguirlo, el conjunto femenino del Club de Tenis se ha llevó el Campeonato Navarro de Pádel por Equipos Absolutos de Clubes, tras imponerse en la final a las jugadoras del Itaroa Pablo Semprún Sport Center. “Hicimos un gran torneo y conseguimos la victoria tras jugar la semifinal y la final contra dos equipos muy fuertes. Ahora, el próximo objetivo es el Campeonato de España, con la idea de intentar ascender a la segunda categoría nacional”, explica Sánchez, que también logró acabar 2020 jugando el master navarro, torneo en el que juegan las 8 parejas navarras con mejores resultados del año.

Lejos de conformarse con mantener su afición por el pádel, Sánchez no oculta que también saca tiempo, cuando sus obligaciones se lo permiten, para otra de sus pasiones, también con una pala y una pelota como protagonistas. “De vez en cuando también solemos jugar, aunque de manera más esporádica, a paleta goma argentina en trinquete. Siempre he jugado a temporadas y me gusta mucho. Es incluso más divertida que ninguna otra disciplina y también he podido ganar algún torneo dentro del club. Además, es un deporte de la tierra, que solemos practicar un grupo de chicas del Tenis y que tiene como extra el atractivo del trinquete, que es un espacio realmente especial y que permite desarrollar un juego muy vivo. También lo recomiendo al 100%”, concluye.